miércoles, 28 de febrero de 2018

8M: Ni flores, ni bombones: Huelga Feminista!



Hoy, 104 años después que Clara Zetkin propusiera a las socialistas conmemorar el Día Internacional de las Mujeres trabajadoras, seguimos tomando este día para reivindicar que somos sujetos políticos de derechos, que estamos hartas de que nos maten, de que nos maltraten, de que nos violen, cansadas de cobrar menos, de que nos exploten dentro y fuera de la esclavitud asalariada, de ocuparnos de la casa, de lxs hijxs y demás cuidados, exhaustas de la doble opresión a la que nos vemos sometidas por ser mujeres y trabajadoras.

Sigue vigente la tarea de organizarnos y luchar por aquello que nos ha sido (y nos es) negado por el patriarcado y el capitalismo.
En el trabajo asalariado continuamos reclamando condiciones de trabajo igualitarias. Muchos partidos políticos nos venden la falsa idea que hemos conseguido la “igualdad”, cuando muchos estudios revelan que la brecha salarial entre hombres y mujeres alcanza, por ejemplo, el 23% (si no más). Salarios más bajos que nuestros compañeros varones, mayor tasa de desempleo, mayor precariedad, mayor pobreza. Somos también las mujeres quienes percibimos pensiones contributivas y de jubilación más bajas: hoy más de un millón de mujeres jubiladas están sufriendo las consecuencias de las discriminaciones soportadas a lo largo de su vida laboral.

Con respecto a los cuidados, ese sector tan olvidado por nuestra sociedad, pero esencial para el mantenimiento de la vida: las labores domésticas constituyen la mayor parte del trabajo invisibilizado y no remunerado desarrollado por mujeres, el cuidado de la vida y el bienestar de las personas queda relegado a nosotras; desde muy pequeñas se encargan de condicionarnos para asumirlas… por amor, para que “aprendamos los labores del hogar”, para que seamos buenas señoritas, buenas madres, buenas esposas, siempre jóvenes, delgadas y bellas… ¡cuánto peso cargamos sobre nuestras espaldas!.

Hoy como ayer, las mujeres trabajadoras, jóvenes, estudiantes, trans, racializadas, nos vemos expuestas a múltiples opresiones: a la violencia social, económica, laboral, doméstica, política, emocional, cultural y sexual del patriarcado capitalista. Violencias estructurales que tienen en los feminicidios su expresión más salvaje: 99 casos de feminicidio en 2017 en el Estado Español. El asesinato machista, el acoso sexual, las violaciones, la homolesbotransfobia, no son anomalías ni fallas en los lazos amorosos y de protección. Al contrario, son la consecuencia última de una larga cadena de violencias, y constituyen la normalidad del patriarcado.

Por todo ello, este 8 de marzo la tierra temblará de parte a parte. Las mujeres trabajadoras del mundo nos hemos puesto en pie: nos unimos y organizamos en la HUELGA FEMINISTA, para cambiarlo todo, para acabar con todas nuestras opresiones:

· Contra la desigualdad en el ámbito laboral, económico y social.
· Contra los roles y estereotipos de género y el androcentrismo en nuestras culturas y organizaciones.
· Contra el acoso sexual laboral; contra la precariedad laboral, la temporalidad y la alta tasa de parcialidad que padecemos las mujeres.
· Contra las violencia machistas.
· Por la visibilización, el reconocimiento y el reparto de las tareas de cuidados.
· Por la igualdad material efectiva de las mujeres migrantes, racializadas y refugiadas.

Desde la Asamblea Feminista de Burgos, hacemos un llamamiento a todas las mujeres trabajadoras (paradas, estudiantes, asalariadas, precarias, intermitentes y no remuneradas) a secundar la Huelga feminista convocada con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, juntas somos más y no nos van a parar.


¡Arriba esa lucha que es por todas!


¡Que viva la lucha feminista!

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